miércoles, 3 de agosto de 2011

Elena

No hay día que se levante y no piense en lo mismo. En cuándo la pedirá matrimonio su novio. Llevan cinco años juntos, el último independizados en un apartamento que alquilan en Sanchinarro.

Ella tuvo que enfrentarse a sus padres porque sus convicciones cristianas no la permitían independizarse sin casarse previamente. Elena resalta la importancia de vivir antes juntos para conocer la vida en pareja, porque realmente no lo conoces hasta que surgen los problemas y situaciones a los que enfrentarse entre ellos, y juntos hacia otros.

"Ya ha pasado un año, donde hemos aprendido mucho de nuestra vida juntos" piensa Elena, y espera que Javi se lo pida pronto, porque para ella es importante, es muy significante, y es parte de su vida. No se come la cabeza en otra cosa porque se dedica a cuidar la casa, no tiene distracción alguna.

En la zona más remota de su mente piensa que se ha equivocado, que una no puede ser independiente si no lo es consigo misma. Elena tenía que haber seguido con sus estudios, como Javi le insistió, hubiera encontrado un trabajo, y podría distraerse. Suspira,  piensa "ojalá mis padres me hubieran educado como mis suegros a Javi".

Y en lo más profundo de ella, se promete que lo hará con sus hijos, pero se preocupa porque Javi no piensa en el futuro familiar, él piensa en vivir el día a día, y tampoco se trata de eso, pues no puedes avanzar en el día a día sin pensar en tu futuro. Y vuelve a pensar en que mañana le pedirá Javi la mano, se agarra a esa esperanza para poder ella avanzar en su vida.

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