Hoy,
Mercedes, comienza una nueva etapa en su vida: vuelve a trabajar. Se fue de la
última empresa en la que trabajaba y nunca pensó lo mucho que le costaría
buscar otro empleo. El paro le ha enseñado a pensar, a reflexionar, que en esta
vida cuando uno menos se lo espera, los asuntos con el tiempo se arreglan.
Tiene
miedo, porque no quiere fracasar y agradecer esta oportunidad. Tiene miedo
porque a sus 30 años le hayan dado una beca, sino porque la crisis ha afectado
más a los jóvenes, se ha cebado con los trabajos fijos. Pero eso a Mercedes no
le importa, ya que los dos años de paro le ha enseñado a conformarse con menos.
Le ha enseñado a ahorrar, a vivir la vida sin dinero, a seguir adelante. Porque
hay peores situaciones y uno tiene que seguir viviendo, aprendiendo de cada
situación.
Pero también hay que luchar por un mundo mejor para los jóvenes, una economía que no perjudique a aquellos con un futuro por delante.